martes, 15 de noviembre de 2011


MONOGRAFÍA: “El uso de las Tics en la educación”

INTRODUCCIÓN

Como desarrollo final del curso “ LA IMPLEMENTACIÓN DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS” pensé no en detenerme en un tema determinado de los vistos, sino en la posibilidad de hacer un cierre contemplando todos los aspectos de una educación a través de las TICs, la forma en la que me había impactado, ayudado , permitiendo poner en práctica en mi quehacer cotidiano estas nuevas experiencias. También es una conclusión final de lo que pienso significa este “boom” en nuestro país, a través de mis consideraciones personales.

DESARROLLO DEL TEMA:

La incorporación de las tecnologías en la educación supone una modificación importante, tanto a nivel de uso de nuevas herramientas como a nivel de las relaciones personales entre las partes que componen el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Particularmente en Argentina, considero que el proceso se ha dado en un modo que no facilita la incorporación de estas nuevas tecnologías, ya que se empezó por dar máquinas, en aulas donde no había profesores preparados para utilizarlas. Noto bastante rechazo por parte de muchos profesores hacia el uso de las computadoras personales en el aula, y veo que cuando acceden al uso de las mismas, lo que se termina haciendo en computadora, no varía en absoluto con lo que se podría haber hecho con papel y lápiz.

Tal el caso de responder a un cuestionario, resolver un problema de matemáticas escrito en un procesador de texto, o cortar y pegar para elaborar un informe.

Otro de los problemas es cuando se toma el uso de las TICs como un fin en sí mismo, y se olvida que es simplemente una herramienta más, a la que se debe recurrir como un modo más de acceder al aprendizaje, como cualquier otra herramienta.

Al respecto, el pedagogo francés Philippe Meirieu en su libro “La opción de educar” tiene un capítulo llamado “la fascinación por la herramienta” donde dice que “el docente en su actividad cotidiana es citado a inventar, a gestionar con la incertidumbre, a pactar con el riesgo, a asumir la aleatoriedad inherente a toda acción humana en la que a menudo se siente fascinado por una herramienta que parece restituirle cierta estabilidad metodológica y que incluso percibe a veces como capaz de conferirle una apariencia de honorabilidad científica”. Las TICs podrían ocupar este lugar riesgoso de herramientas fascinantes que conllevan la capacidad de convertir a los docentes en inventores e innovadores mientras le otorgan cierta sensación de tranquilidad metodológica, como sugiere la Lic. Fanny Bierbauer de la facultad de Lenguas de la UNC.

Básicamente, pienso que los docentes no están preparados en el manejo de las Tics, tienen miedo de innovar los viejos programas y modos de dar clases, y se sienten inferiores con respecto a los alumnos que son nativos digitales.

Es como si se hubiesen invertido los roles, y los docentes sienten la carencia de alfabetización digital, la cual implica el acceso a los nuevos modos de producción y circulación del saber contemporáneo.

Así como en un momento el acceso a la cultura estaba dado por el saber leer y escribir, siendo un derecho inalienable de toda persona la alfabetización, en este momento ha pasado a ser la alfabetización digital la que permite ser competente para poder manejarse y navegar en un mar de conocimientos que están presentados en un lenguaje de imagen, sonidos, virtualidad, velocidad, cambio constante y lectura hipertextual, que no es en absoluto semejante a la que estábamos acostumbrados.

Con respecto a los alumnos, el hecho de que puedan navegar la red, saber usar las redes sociales, descargar música, subir archivos, no garantiza que sean competentes digitalmente, ni que se desempeñen con juicio crítico, participativo, o que aporten a la construcción del saber grupal.

Es sin dudas la escuela, el contexto propicio para la formación de estos alumnos desde la perspectiva de la alfabetización digital, formando seres con juicio crítico y capacidad de reflexión con respecto a la tarea.

CONCLUSIÓN:

El uso de las TICs en la escuela constituye un recurso atrayente, algo con lo cual los alumnos se sienten cómodos porque pueden manejarlo casi con perfección, proporciona un amplio horizonte de actividades de todo tipo, propicia la creatividad, suscita actitudes activas en los alumnos, promueve el trabajo colaborativo, fomenta el autoaprendizaje, es más fácil la realización de una autoevaluación, al docente le brinda un amplio horizonte de posibilidades al momento de diseñar actividades, son herramientas potentes a través de las cuales se desarrollan las competencias necesarias para vivir en la sociedad digital.

El rol del profesor es aprovechar la riqueza de las herramientas que, tenemos la suerte de que a los alumnos les gusta y los motiva. Podemos “servirnos” de ellas para que los alumnos piensen, reflexionen sobre los contenidos, las decisiones tomadas, contrasten con las de otros compañeros, analicen los aprendizajes generados, su transferencia.

Los docentes necesitamos re pensar nuestro oficio de enseñar desde una nueva mirada que incluya la utilización de lenguajes alternativos. Necesitamos “ponernos a tono” con las nuevas tecnologías, perderles el miedo, dejarnos sorprender por las habilidades que pueden llegar a demostrarnos nuestros alumnos , pero sin perder de vista jamás el hecho de que esto es una herramienta más, algo de lo cual nos podemos valer como recurso, y no un fin en sí mismo.

BIBLIOGRAFÍA:

Curso: “La implementación de las nuevas Tecnologías “ Punto y Seguido

Curso: “Tic para enseñar Lengua” Ministerio de Educación de la Pcia. De Córdoba

María Alejandra Agüero

Profesora en Educación de Sordos

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